Acabó Celebra Málaga 2013 y, un año más, han sido para mí las luces las indeseadas protagonistas del evento. A menudo parece que la fotografía de pasarela es como un complicado circuito de Fórmula 1 en el que cualquier fallo de trazada se arrastra durante todo el resto del día. Las elecciones de equipo, estrategia, reservas... son siempre sin margen de error. Tal vez sea una de las razones por las que siempre voy muy atento a todos los eventos en los que se me requiere para documentar.
En mi concepto personal de la fotografía de pasarela no hay ningún sitio para florituras. Cada uno tiene su método de trabajo muy respetable, pero yo soy firme cuando me exijo cosas a mí mismo. Y no quiero engañar a nadie, sé que soy realmente aburrido. De la cabeza a los pies, la mayor fidelidad posible de color, nitidez máxima y juego de las prendas. Ojalá pudiese tener la posibilidad de relajarme, seleccionar con calma el encuadre y tratar de crear algo fantabuloso. Pero no me lo permito. No es una sesión de fotos, yo no soy el protagonista. En pasarela hay organizadores, coreógrafos, maquilladores, estilistas, diseñadores, modelos, iluminadores... demasiado bullicio como para desear meterme dentro. No. Mi finalidad es únicamente documentar el trabajo de todos esos excelentes profesionales y tratar de dar un testimonio coherente, veraz y sincero de su talento.
En este último Celebra, quiero señalar lo importante que ha sido mi amigo Miguel Ángel Pérez. Con ayuda de Rafael, su compañero de equipo, no sé como ese par echa los restos cada día para aguantar mi terrible cercanía y ser capaces de seguir sacando excelentes fotografías a pesar de ella. Además, no conozco nadie en Málaga con una capacidad tan profesional y fiable de reglar la iluminación de un evento. A menudo, cuando llegamos, ya está todo calibrado y listo, pero no se enciende hasta el momento en el que el primer modelo pisa la pasarela, por lo que todo el trabajo previo de pruebas de luz no es mas que un brindis al sol que se deshace como jirones de niebla nada mas darle al "ON" del primer grupo de focos principales. Es evidente la necesidad de saber reaccionar rápido, adaptarse y coger el ritmo. Pero Miguel Ángel no solo es capaz de hacerse una idea con los equipos apagados, sino que sabe sacarles partido como para que un apaño de última hora pueda dar resultados como estos. Por eso me gusta tener cerca personas que realmente saben de lo que están hablando. Ganan tiempo como para dedicarlo a lo que realmente importa. Y, por encima de todo, son excelentes personas con las que vale la pena compartir unas risas y aprender siempre cosas nuevas. Me encanta tenerles cerca!
Además, vistas las luces antes y después, aunque nadie lo supiera en el momento, muchos le debemos una cerveza por esos centímetros que consiguió mover los focos principales. Así es Miguel, un héroe anónimo... xD