Mi 50 mm

08 gennaio 2013 - Equipo - Commento -

La relación de un fotógrafo con su equipo dice muchísimo de él. A menudo, no es la mejor de las piezas, ni la última que ha salido al mercado la que más se acerca a colmar las necesidades, sí, necesidades, de una persona en concreto. Este es el caso de mi 50 mm, probablemente, uno de los objetivos que más tiempo llevo soldado al cuerpo de mi cámara. Hago una gran cantidad de fotografías con esta focal, quizá porque fué mi primer objetivo cuando saltaba de un lugar a otro del pais con mi vieja cámara de carrete. Tal vez por ese romanticismo inherente a los famosos 50 mm de los fotógrafos clásicos. Como decía el otro, "Vaya usted a saber".

Personalmente, me gusta por varias razones. En primer lugar, como toda lente de focal fija, me obliga a pensar, a componer con los piés y no con los dedos, cosa que luego se agradece mucho. En segundo, al tener un rango visual cómodo, no cansa a la vista una sucesión de imágenes tomadas con él. Hay reportajes completos que he firmado sin cambiar el cristal, o que únicamente ha incluído una o dos fotografías de otras lentes especializadas. Y punto. Es cómodo, discreto y siempre agradecido.

 

En estos momentos, mi equipo es Canon y en la medida de lo posible, procuro usar lentes del mismo fabricante. Manía personal. Así que tenía varias opciones de adquisición en la propia marca. En seguida descarté el 1.8. Muy barato, sí, pero se nota en todo momento, y no me daba los resultados que requería, pero sobre todo, estoy seguro que no aguantaría ni la mitad del trote que le suelo dar a una lente. Con el 1.2, me pasaba otra cosa distinta. Lo he probado hasta la saciedad, y lo he usado de continuo en diferentes condiciones y, aunque como el 85 1,2 que tengo, es un tanque, ese es precisamente uno de los problemas. Pesa mucho, dá la nota y tampoco es que sea una gran mejora con respecto al Canon EF 50mm f/1.4 USM que tengo, la verdad.

Y esta ha sido mi elección. Sí, mas caro que el 1.8, pero a un tercio del precio del 1.2, que también se nota. Muchísimo mas ligero, con una rosca de enfoque mas ajustada a lo que me gusta y que puesto en la 5D sin grip la hace parecer muchísimo a una cámara de aficionado. Por no decir que me ha devuelto mi hombro, cosa que siempre se agradece. A veces paso tanto tiempo con la cámara encima que realmente ni me lo siento.

Este es mi pequeño amigo el 50mm f/1.4

 

Os presento a mi gran compañero de viajes, una pequeña joya que no dejo jamás en casa. Como podreis observar, es ligeramente baqueteado (ha rodado conmigo por el suelo más de una vez), no llama la atención y sí, el parasol que lleva es opcional. Yo siempre me hago con uno para cada lente. Ciertamente no es un L, ni lo necesita en este caso. Ya si voy al ártico o al Amazonas, me haré con su versión sellada, pero mientras tanto, no hay una opción mejor para pasar desapercibido entre las calles de cualquier ciudad.

 

Su comportamiento óptico, muy correcto a total apertura, se vuelve soberbio a 2,2 y en f/4, donde lo llevo por defecto no deja de darme alegrías. Me gusta especialmente lo silencioso y rápido de su autoenfoque. A veces, cuando no puedo darme el lujo del manual, o por la noche, se nota y mucho. Quizá no me acabe de convencer su distancia mínima de enfoque. Para ciertos motivos, me gustaría poder encuadrar a menos de esos 45 cm, pero para ello también tengo otros objetivos mas especializados, así que tampoco es demasiado problema. Sin embargo, para esas veces que únicamente llevo una lente, sería un valor añadido.

 

Evidentemente, esto no es un análisis técnico, más bién una serie de impresiones. La red está llena de interesantes comparativas y sesudas pruebas de rendimiento que tal vez ayuden a las personas que necesitan mas datos. A mi, no me gusta este cristal. Me encanta, y realmente lo recomiendo. Aquí os dejo algunas muestras de imágenes que me ha dado en diferentes condiciones. Por ahora jamás me ha fallado, y por ello es uno de mis favoritos para cualquier situación.

 

Es importante señalar que yo siempre lo uso en Full Frame. Primero en la 5DmkII, y ahora en la mkIII, por lo que aprecio un cierto viñeteo a máxima apertura. Esto es muy normal, cualquier sensor con factor de recorte va a aprovechar la parte central de la lente, con unos resultados mas dulces. Un sensor APS-C dará resultados similares a los 70 mm, perfecto para retrato que también puede tener su punto para determinados usuarios. Sea como sea, lo considero una gran inversión que renta muchísimo más de lo que llega a costar.

 

Muestras tomadas con mi EF 50mm 1.4 USM

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