Este viernes tengo visita en el estudio. Una mirada nueva que retratar, de mis favoritas. Una persona que jamás ha sido fotografiada profesionalmente como protagonista. Cada vez quedan menos ocasiones de este tipo disponibles, dado que todo el mundo tiene ahora una cámara y gozamos de cierta democratización de la fotografía, pero mucho me temo que de la experiencia que sea yo capaz de proporcionarle a esta persona, dependerá la forma en la que afronte nuevas ocasiones conmigo o con otros compañeros.
En estos casos, me gusta realizar una preparación muy básica, sin experimentos ni complicaciones. Me viene a la cabeza un trabajo como este de Bryan Adams para Zoo Magazine con la apasionante Mónica Bellucci como protagonista. Dividir el trabajo en dos sets, uno de sencilla iluminación en estudio, y otro exterior con luz natural que realce el tipo de persona que tengo frente a la cámara. Todo el mundo conoce a Mónica, uno sabe que esperar de ella. Ha sido retratada tantas veces que no hay sorpresas en su trabajo. Yo dispondré, si tengo suerte, de 20 minutos mientras maquillan a mi protagonista para estudiar sus gestos, sus ángulos y la forma en la que se mueve y expresa. Esa es la razón por la cual no voy a optar por un montaje complicado.
La primera parte del reportaje me sirve para estudiar al modelo. Es en la segunda donde, si hice bién mi trabajo, se acabará soltando y mostrando con mas comodidad.
Saldrá bién. No por mi, sino porque cada persona es bella y únicamente hay que prestar atención y darle la oportunidad de mostrar hasta que punto.